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En un cuaderno de bitácora, libro en el que los marinos registran todos los datos de lo acontecido durante la travesía, no deben dejarse de anotar aquellos acontecimientos o etapas del viaje que resultan especialmente interesantes. Por eso, quiero dejar constancia en Ideoblogía, una bitácora virtual en toda regla, del reconocimiento tan especial que ha tenido esta semana la gran familia que componemos Euronics.

El pasado miércoles 7 de noviembre, en el marco del X Foro Aragón Empresa, el Gobierno de Aragón nos concedió, junto a otras prestigiosas empresas que operan en nuestra región, el Sello de Excelencia, distinción que reconoce a aquellas compañías que demuestran tener un alto compromiso con la Excelencia, acreditan un modelo de gestión ejemplar y utilizan herramientas avanzadas de gestión.

Fue un honor firmar públicamente ante más de 1.300 personas, y con firma visible en pantalla gigante, el compromiso de Euronics España con la Excelencia y, posteriormente, recibir el galardón que nos acredita como merecedores del Sello de Excelencia de manos de la Presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, quien estaba acompañada del Consejero de Industria e Innovación del Gobierno de Aragón, Arturo Aliaga y de Antonio Gasión, Director Gerente del Instituto Aragonés de Fomento.

Hay momentos en los que se necesitan personas dispuestas a sacrificarlo todo en beneficio de una causa superior que ayude a los demás a superar sus dificultades y vencer las injusticias a las que se ven sometidos a diario. Son héroes anónimos que, a través de sus valores morales altruistas y de su coraje, allanan el camino a sus semejantes.

Y cuando los cambios se suceden con gran velocidad, como ocurre en la actualidad, hacen falta superhéroes que atesoren poderes sobrehumanos para luchar en defensa de millones de inocentes combatiendo las amenazas que les acechan. Éstos seres extraordinarios suelen resguardarse tras una identidad secreta que les protege de los villanos que quieren sacar partido ilicito de los cambios que se producen, eliminando de su camino a todo aquel que se atreva a interponerse.

Cuando llega el momento de enfrentarse al mal y a la injusticia, el superhéroe se despoja de su identidad secreta y salta a la escena pública con un uniforme, generalmente de colores muy llamativos, que le identifica y ayuda a reivindicar su causa.

Hace algún tiempo, descubrí a uno de esos superhéroes que se hace pasar por uno de nosotros, y que ayuda a muchas personas a través de sus libros, talleres y conferencias.

Se trata de Superpyme, un experto que ayuda a empresarios y profesionales, generalmente pymes, a enfocar el reto de modernizarse y adaptarse a los continuos cambios que se producen a su alrededor, reivindicando en todas sus apariciones públicas que “ama a las pymes”.

Su traje de superhéroe, un mono de trabajo granate con corbata a juego, lleva impresos mensajes como “I love pyme” o “el vaso está medio lleno” como lema del optimismo realista que difunde en su lucha contra los que el denomina “trastornados”.

No quiero estar solo. No es el momento de estar solo.

La extrema exigencia a la que se ven sometidas muchas empresas, presionadas por un entorno voraz e impasible, destapa la necesidad de replantear los fundamentos sobre los que se han desarrollado numerosos proyectos empresariales. Las dificultades que rodean a las empresas, hoy en día, dejan al descubierto carencias que merman su capacidad competitiva y les impiden seguir avanzando en solitario.

En entornos tan exigentes como el actual y en mercados saturados, la coopetencia es una opción estratégica que permite formular un nuevo concepto de competitividad en el que confluyen los intereses estratégicos de varias empresas para configurar propuestas de valor colectivas y crecer conjuntamente.

Tras el éxito de Gestión horizontal, la editorial Netbiblo acaba de publicar mi nuevo libro, cuyo título es 1 + 1 = 3. Únete a la competencia para ganar. Ya está disponible en las principales librerías, tanto físicas como online.

Los principales objetivos de esta obra son dos: difundir el valor que aporta la cooperación empresarial a todas las empresas, especialmente a las de menor dimensión; y presentar los grandes retos que deben superar fórmulas tradicionales del asociacionismo para renovarse y sobrevivir en un entorno incierto y complejo como el actual, en el que la cooperación ente empresas de cualquier sector y dimensión se está convirtiendo en un factor crítico e imprescindible para incrementar la competitividad y mejorar la posición en el mercado.

La crisis económica se ha llevado por delante en España un total de 212.610 empresas desde que se inició en 2008 hasta el cierre del ejercicio 2011, según el Directorio Central de Empresas (DIRCE) del Instituto Nacional de Estadística (INE). El número de empresas censadas asciende hasta 3.246.986, de las cuales, el 99,88% son pymes (entre 0 y 249 trabajadores).

La mayor parte de las empresas que han cerrado sus puertas corresponde a pequeñas y medianas empresas, un formato que está mostrando una mayor fragilidad ante la embestida de la dura coyuntura económica que está atravesando nuestro país.

Además, es previsible que si siguen decreciendo las ventas del comercio minorista, que acumulan 22 meses consecutivos de caída, más de 75.000 pequeñas empresas se sumen a la lista de cierres durante 2012, según la Confederación Española de Comercio.

El escenario en el que se sitúan las pymes no puede ser más desalentador, dado que a la baja demanda hay que sumar la liberalización de horarios comerciales, la subida de impuestos, la escasa financiación y el casi abandono por parte de la Administración como consecuencia de los continuos recortes y la falta de medidas para dinamizar este formato empresarial.

Ante este panorama, muchos pequeños y medianos empresarios están optando por “cerrar la persiana y salir corriendo”. En cierta medida, me recuerda el pasaje en el que San Pedro, huyendo temeroso de Roma para esquivar la persecución que inició el emperador romano Nerón contra los cristianos, se encontró a Jesucristo, a quien le preguntó Quo vadis Domine? (¿A dónde vas Señor?). Después de explicarle los motivos de su huida, Jesús le convenció para volver y enfrentarse a los romanos. El final todos lo conocemos. Lo importante en que regresó y se enfrentó a su destino con entereza y valor.

En este caso, la pregunta iría dirigida a los sufridos y castigados empresarios, Quo vadis pyme?