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La responsabilidad de tener que planificar la estrategia de una compañía exige estar bien informado acerca de lo que ha sucedido en los últimos tiempos, interpretar lo que está ocurriendo en el momento actual y tener una amplia perspectiva de lo que está por venir en los próximos meses. Estudios de mercado, opiniones, noticias, predicciones de instituciones y expertos de reconocido prestigio son de gran utilidad para configurarse una correcta opinión y situar el foco en lo realmente transcendente e importante para la empresa y el sector en el que opera.

En este sentido, Interbrand, la consultora líder a nivel mundial dedicada al branding y gestión del valor de las marcas, ha presentado un estudio en el que se analiza la situación actual de algunas de las principales industrias y se recopilan las principales tendencias que, según sus estudios, influirán en 2012 en las 16 categorías que se exponen en el siguiente resumen.

El estudio ha sido realizado por distintos ejecutivos del equipo de profesionales que Interbrand tiene en sus 40 oficinas repartidas en 26 países del mundo.

La actual coyuntura del mercado y las tendencias de futuro que se vislumbran aconsejan a las empresas y a los profesionales enfocar adecuadamente sus objetivos para reforzar su posición y descubrir nuevas oportunidades de negocio entre las innumerables amenazas que crecen a su alrededor.

En ese sentido, algunas recomendaciones a tener en cuenta son las siguientes:

  • Priorizar… y centrarse en lo que realmente aporta valor. Antes de tomar decisiones hay que realizarse la siguiente pregunta: ¿aporta valor? Si la respuesta es afirmativa, hay que actuar. En caso contrario hay que desestimar seguir adelante.
  • Probar… sin miedo a equivocarse. Las empresas tienen que aprender a gestionar el éxito y el fracaso. Se aprende más de los derrotas que de las victorias, de los errores que de los aciertos. Hay que crear un clima en el que todo el mundo se atreva a aportar nuevas ideas y sugerencias, y que nadie se sienta coartado por miedo a equivocarse. Y hay que probar a poner las ideas en práctica, porque es posible que muchas funcionen.
  • Disfrutar de las pequeñas victorias… ¡cada día! Levantar la persiana de un negocio es como un partido en el que no se sabe el resultado final. La prescripción y el servicio son los valores principales que definen el estilo de juego de las pymes, satisfacer las necesidades de los clientes todos los días es el resultado que permite sumar puntos en cada partido, y convertir la fidelización del cliente en una política prioritaria es la regularidad que hace ganar torneos. Cada día hay, al cerrar la persiana, hay que disfrutar de aquellas pequeñas victorias que se haya obtenido a lo largo de la jornada.
  • Depurar vicios… Volver a empezar de cero. La rutina es uno de los peores enemigos de los empresarios. Crea vicios y los oculta detrás del conformismo. Hay que revisar cada día el negocio de arriba abajo para reducir ineficiencias, hay que poner todo en cuestión. Y sobre todo, hay que reinvertir gran parte de los beneficios en el propio negocio para innovar y renovarse continuamente.
  • Actitud posibilista… es hacer que las cosas sucedan. Para ello, hay que crear un clima positivo de trabajo. Y además, debe formarse y motivarse a todos los empleados de forma continuada, porque la formación despierta estímulos en las personas y fomenta el espíritu de equipo.

Al final, la capacidad de solventar situaciones complejas depende siempre de nosotros mismos y de nuestra capacidad para adoptar determinaciones fuertes y seguras.

En pleno siglo XIX, el escritor y teólogo inglés William G. Ward apuntaba que “el pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas”.

Ajustemos nuestras velas y enfoquemos nuestras estrategias en la dirección correcta para aprovechar todas las oportunidades que tenemos a nuestro alcance.

¿Te imaginas viajar por las principales ciudades del mundo en busca de una tendencia que se convierta en moda y que al final origine un gran negocio?

Es el trabajo de algunas personas que dedican su tiempo a observar el comportamiento de las personas, sus estilos de vida y sus hábitos en busca de un objeto, un servicio, un enfoque o una idea que pueda ser replicada con éxito en otras partes del mundo.

Coolhunters o trendhunters

Se llaman coolhunters o trendhunters, porque son auténticos cazadores de modas y de tendencias que entrenan su olfato para detectar lo que se va a llevar, la música que se va a escuchar o las experiencias que la gente va a querer vivir.

¿Para qué inventar algo que ya está inventado? Sólo hay que buscarlo, encontrarlo y readaptarlo. Esa es la misión de los coolhunters, una profesión estrechamente relacionada con el marketing y especialmente con una de sus principales disciplinas, la investigación de mercados.

Suelen ser jóvenes que trabajan como freelance para grandes empresas y que provistos de un bloc de notas, una PDA, una cámara de fotos, una videocámara o una grabadora, buscan focos de innovación en aeropuertos, bares, tiendas o en los mercadillos de los núcleos de población más importantes del planeta.

Para hacer bien su trabajo, se mezclan entre la gente observando y descodificando los gustos, estilos o forma de vestir de diferentes individuos o grupos sociales, a los que toman como fuente de inspiración para captar nuevas ideas que, más tarde, convenzan a empresarios de que la “tendencia cazada” tiene un público objetivo potencial muy amplio y que puede convertirse en un negocio lucrativo.

La intuición es su sexto sentido.


Bolas (Bouncy balls) Pintura (Paint)Plastilina (Play-doh)Hilo (Threads)

¿Qué tienen en común las calles de San Francisco, los edificios de Glasgow, el distrito de Manhattan y las pirámides de Egipto?¿Y las bolas saltarinas, la pintura, la plastilina y el hilo?

Realmente no lo sé.

Pero si nos referimos a las campañas de publicidad de Sony Bravia la respuesta es evidente: una explosión de color.

Hay muchas formas de comunicar las excelencias de un televisor. Sony ha elegido resaltar la capacidad que tienen sus pantallas de cristal líquido (LCD), bautizadas como Bravia, para ofrecer una imagen de alta resolución que ofrece unos colores naturales y una claridad y nitidez en las imágenes que no tienen comparación.

El color se convierte de esta forma en el eje creativo de las campañas de publicidad con las que Sony pretende posicionar su submarca Bravia como referente de las pantallas de alta definición.

La estrategia de comunicación de cada campaña de Sony Bravia se enfoca desde dos componentes esenciales:

  • un escenario donde transcurre la historia que se narra (San Francisco, Glasgow, New York y Egipto)
  • y un elemento conductor de la cualidad a resaltar (bolas locas, pintura, plastilina y carretes de hilo), el color. Dicho elemento va apareciendo progresivamente en cada una de las historias hasta que llega a acaparar el protagonismo total de la escena, produciéndose una eclosión final de tonos y matices que convierten cada escenario en un entorno totalmente surrealista.

El mensaje que aparece en el cierre de cada uno de los films publicitarios de Sony Bravia es siempre el mismo: “Colour like no other”, es decir, la característica principal de la línea Bravia (colour) + slogan de Sony (like no other).