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generación X


Para garantizar la eficacia de sus estrategias de marketing, las empresas segmentan los mercados por grupos de consumidores, reales o potenciales, que reúnen una serie de características que los hacen homogéneos.

Las formas de segmentación más habituales son:

  • Segmentación demográfica: agrupa a los públicos por edad, sexo, orientación sexual, estado civil, tamaño familiar, ciclo de vida familiar o nacionalidad.
  • Segmentación geográfica: por país, región, tamaño del municipio, hábitat o clima
  • Segmentación socioeconómica: según criterios de nivel de ingresos, estatus socioeconómico, actividad profesional, nivel educativo, religión o pertenencia a una red social.
  • Segmentación psicográfica: atiende a factores como la personalidad, estilo de vida, preferencias, gustos, inquietudes, opiniones, valores o actitudes.
  • Segmentación conductuales: se crean grupos afines atendiendo a conceptos como lealtad de marca, beneficio buscado en la utilización del producto, tipo de usuario, frecuencia de uso o rol que desempeñan en la decisión de compra.

Los nuevos fenómenos sociales citados anteriormente, así como la transformación del enfoque vital de muchos seres humanos, añaden nuevos microsegmentos a los tradicionales patrones de consumidores que cohabitan en el mercado. Los nuevos grupos de consumidores responden también a perfiles homogéneos con necesidades comunes y actitudes de compra similares.

Cada empresa debe identificar qué nuevos microsegmentos son potencialmente interesantes para incorporarlos a sus habituales tipologías de clientes. Para evaluar su decisión, deben analizar si son lo suficientemente interesantes para ser rentables y, si lo son, desarrollar estrategias eficaces de marketing para captarlos y fidelizarlos. De este modo, podrá acceder a nuevas oportunidades de crecimiento y, probablemente obtener una ventaja competitiva ante los continuos cambios del mercado.