¿Te imaginas viajar por las principales ciudades del mundo en busca de una tendencia que se convierta en moda y que al final origine un gran negocio?
Es el trabajo de algunas personas que dedican su tiempo a observar el comportamiento de las personas, sus estilos de vida y sus hábitos en busca de un objeto, un servicio, un enfoque o una idea que pueda ser replicada con éxito en otras partes del mundo.
Coolhunters o trendhunters
Se llaman coolhunters o trendhunters, porque son auténticos cazadores de modas y de tendencias que entrenan su olfato para detectar lo que se va a llevar, la música que se va a escuchar o las experiencias que la gente va a querer vivir.
¿Para qué inventar algo que ya está inventado? Sólo hay que buscarlo, encontrarlo y readaptarlo. Esa es la misión de los coolhunters, una profesión estrechamente relacionada con el marketing y especialmente con una de sus principales disciplinas, la investigación de mercados.
Suelen ser jóvenes que trabajan como freelance para grandes empresas y que provistos de un bloc de notas, una PDA, una cámara de fotos, una videocámara o una grabadora, buscan focos de innovación en aeropuertos, bares, tiendas o en los mercadillos de los núcleos de población más importantes del planeta.
Para hacer bien su trabajo, se mezclan entre la gente observando y descodificando los gustos, estilos o forma de vestir de diferentes individuos o grupos sociales, a los que toman como fuente de inspiración para captar nuevas ideas que, más tarde, convenzan a empresarios de que la “tendencia cazada” tiene un público objetivo potencial muy amplio y que puede convertirse en un negocio lucrativo.
La intuición es su sexto sentido.