¿Por qué nos cuesta tanto cambiar nuestros hábitos y comportamientos? Aún siendo conscientes de la conveniencia de hacerlo, siempre encontramos argumentos para justificar por qué hacemos lo que hacemos, aunque, realmente, no sea lo que deberíamos hacer para conseguir que todo cambie.
Los creadores de la video-animación ¿Te atreves a soñar? son los consultores de Inknowation, una empresa cuyo principal objetivo es orientar a las organizaciones en su proceso de transformación hacia un nuevo paradigma empresarial a través de una metodología innovadora basada en técnicas de diseño, innovación, psicología, estrategia y gestión.
Dicha metodología consta de cinco pasos:
- diagnosticar lo que no funciona,
- promover proyectos internos para reducir ineficiencias y mejorar la comunicación interna,
- cambiar el estilo de autoliderazgo y aumentar la cohesión del equipo directivo,
- definir los principios estratégicos que configurarán el nuevo paradigma empresarial
- y desmontar las viejas estructuras, procesos y sistemas para crear otros nuevos, a través de la innovación y de proyectos de transformación.
En resumen, Inknowation es una empresa que ayuda a las organizaciones a transformarse y adaptarse a una realidad cada vez más cambiante.
Después de 16 años desempeñando las funciones de Director de Marketing en Euronics España, el Consejo de Administración me ha designado Consejero Delegado y Director General, en sustitución de Víctor M. Rodríguez Nadal, quien ha realizado una gran labor al frente de la organización, desde su fundación en 1997.
Asumo el reto con ilusión y convencido de que, aunque el año que hemos dejado atrás ha sido muy complicado para el sector Electro (electrodomésticos y electrónica de consumo), seremos capaces de mantener un papel protagonista en el nuevo escenario sectorial que se está configurando y que determinará el futuro de la distribución de nuestro país.
Inicio esta etapa profesional con los mejores propósitos y, aunque 2013 será también un año difícil, lo hago confiado en que seremos capaces de superar todas las dificultades que se vayan presentando. Pondré todo mi esfuerzo para alcanzar las metas que nos hemos propuesto y seguiré siendo fiel a los valores que han hecho de Euronics una organización de referencia en nuestro sector: transparencia, orientación al socio, eficiencia en costes y cooperación. Estos valores seguirán guiando nuestro quehacer diario y, sin duda, contribuirán a fortalecer nuestra posición en el mercado y modernizar nuestra organización.
Los pilares sobre los que se apoyará mi nuevo cometido son:
- un equipo de profesionales extraordinario, motivado y comprometido;
- una amplia red de asociados especialistas, compuesta por más de 1.000 puntos de venta en nuestro país que suman una facturación conjunta de, aproximadamente, 450 millones de €;
- la adhesión a Euronics International, ya que a través de nuestra matriz internacional, formamos parte de la mayor cadena de electrodomésticos de Europa, presente en 31 países, con un volumen de ventas de 16.200 millones de euros (datos 2011) y más de 11.000 puntos de venta. Euronics está presente en Albania, Alemania, Austria, Bélgica, Chipre, Dinamarca, Eslovaquia, España, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Holanda, Hungría, Irlanda, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Moldavia, Noruega, Polonia, Portugal, Reino Unido, Republica Checa, Rusia, Suecia, Suiza, Turquía y Ucrania.
- la técnica de las tres Tés. Seguiré poniendo en práctica la técnica que me ha funcionado a lo largo de toda mi carrera profesional, “Trabajo, Trabajo y Trabajo”. Siempre da buenos resultados.
El escritor francés Honoré de Balzac decía que “en las grandes crisis, el corazón se rompe o se curte”. Evidentemente, atravesamos tiempos difíciles, pero este es el mejor momento para ser optimista, sin dejar de ser realista. En los momentos de dificultad surgen las grandes oportunidades, la predisposición al cambio es infinitamente mayor, se aprende de los errores del pasado y todo el mundo acepta respuestas distintas que solucionen los viejos problemas que antes no se supieron resolver. Las posibilidades de éxito son más inciertas, pero hay una energía que surge desde el interior que me anima a afrontar el reto con determinación y que me incita a pensar que este nuevo desafío va a merecer la pena.
Empieza un nuevo año. Feliz 2013. Felices nuevos retos!!!
Mientras me desplazaba cómodamente en el tren AVE hacia Madrid en la tarde del domingo 14 de octubre de 2012, un intrépido aventurero ascendía hacia la estratosfera para arriesgar su vida y completar el desafío más extremo al que se ha enfrentado nunca ningún ser humano: lanzarse al vacío desde más de 39.000 metros y superar la velocidad del sonido durante la caída (1.173 km./h.).
Felix Baumgartner ha hecho historia ante millones de personas que seguían atentamente su ascensión al espacio y, posteriormente, su arriesgada caída. En el tren, y tras la llegada a la estación, a mi paso hacia el hotel, me iba encontrando personas que seguían segundo a segundo la peripecia a través de sus teléfonos móviles y tablets. También ante los televisores de los bares que iba dejando atrás y en los monitores del hotel se agolpaban personas y trabajadores que miraban expectantes como se acercaba el momento del lanzamiento. Fue uno de esos momentos que, transcurrido mucho tiempo, siempre recuerdas dónde estabas y qué estabas haciendo.
Por momentos, imaginé qué supuso para la humanidad la retransmisión de la llegada del hombre a la Luna. Pero enseguida me percaté que el alcance de los dispositivos electrónicos actuales iban a propiciar una difusión a escala mundial inimaginable en 1969, año en el que Neil Amstrong dio “un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la Humanidad”, y curiosamente, año en el que nació Felix Baumgartner.
Un gran salto para el hombre y un gran salto para la Humanidad
Entre las citas de Pierre Corneille, poeta y dramaturgo francés del siglo XVII, hay una que evoco con frecuencia: “sin riesgo en la lucha, no hay gloria en la victoria”. El salto perseguía la gloria en forma de records, cuatro concretamente. Baumgartner pretendía alcanzar la máxima altura de un vuelo en globo tripulado (establecido en 34.668 m.), realizar la caída libre desde mayor altura, (31.332 metros hasta ese momento), ser el primer ser humano en romper la barrera del sonido sin apoyo mecánico y en caída libre (el máximo alcanzado era de 988 km./h.), y permanecer en caída libre durante más de 4 minutos y 36 segundos.
Los tres últimos records estaban, desde 1960, en posesión de Joseph (Joe) Kittinger, un aviador y oficial de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, convertido en asesor y coordinador de Operaciones de vuelo y seguridad del proyecto “Red Bull Stratos”, el cual ha permitido a Felix Baumgartner alcanzar el sueño de lanzarse desde “el punto más alto del planeta” y a la comunidad científica obtener datos que, sin duda, serán de gran valor para sus investigaciones espaciales.
Lo consiguió. Además de batir todos los records de audiencia en los medios de comunicación de todo el mundo, fijó la nueva marca para los vuelos en globos tripulados en torno a 40.000 metros, realizó la caída libre desde mayor altura (39.044 m.) y superó la barrera del sonido el mismo día que se cumplían 65 años desde que Charles Elwood Yeager la atravesó con su avión experimental Bell X-1, concretamente el 14 de octubre de 1947.
El único record que no batió fue el de mayor tiempo de descenso en caída libre. Permaneció 4 minutos 19 segundos frente a los 4 minutos 39 segundos de Kittinger.
Mi teoría es que no batió este último record como muestra de respeto y admiración hacia su mentor, Joe Kittinger, quien se atrevió a realizar la proeza con menos medios y mucho más riesgo. Este detalle honra al aventurero austriaco y engrandece su persona.
Probablemente otros intrépidos aventureros superarán las gestas de Baumgartner y de Kittinger. Pero en nuestras retinas siempre quedará el momento en el que un hombre paralizó al mundo para alcanzar su sueño.
Espero que nuestros jóvenes interpreten el mensaje que se esconde entre las líneas de esta historia con final feliz: hay que fijarse objetivos ambiciosos, hay que planificar su consecución, deben ponerse los medios necesarios para alcanzarlos, hay que preparar meticulosamente cada detalle, esforzarse al máximo para superar cualquier reto, creer en uno mismo, y en el momento de la verdad, ponerle todo el valor necesario para enfrentarse a las situaciones más extremas.
Nadie regala nada. Sin riesgo no hay gloria y sin esfuerzo no hay recompensa.