
Un texto en japonés y en el centro un texto en letras naranjas que dice: “Gane 6.000 €”. La promoción ya está en marcha. Del texto se ha leído una frase que despierta curiosidad y que provoca que quien la lee quiera conocer más.
En este caso se trata de una promoción de Bankinter , que tiene como objetivo dar a conocer entre sus clientes un nuevo servicio gratuito de videollamada, y que pretende ser como un asesor de carne y hueso dentro del ordenador de cada cliente de banca virtual de Bankinter.
Para participar en el sorteo de esta promoción sólo hay que utilizar este servicio una vez. Además, si el cliente no dispone de auriculares y micrófono Bankinter los envía sin coste alguno.
Las letras en japonés son para explicar que a menudo los bancos creen hablar el mismo idioma que los clientes, pero no siempre es así. Por eso Bankinter presenta el nuevo servicio de videollamada. Para animar a los clientes a probar el servicio y conseguir que llegue al mayor número posible de clientes en el menor plazo de tiempo posible, el banco utiliza un incentivo atractivo y directo: 6.000 euros.
Nuestro día a día está repleto de impactos promocionales: en el periódico, en el supermercado, en la tienda de muebles, en la farmacia o en cualquier bar. Existen numerosos y variados ejemplos:
- si compras el diario Marca varios días y rellenas una cartilla con los cupones que aparecen durante este tiempo puedes conseguir un teléfono Sharp con 3G de Vodafone;
- en el Mes Carrefour (del 26 de septiembre al 9 de octubre) varias unidades del mismo producto consigues “el ahorro gigante XXL” o puedes conseguir un 2 x 1 (2 artículos iguales al precio de 1), porque “en Carrefour se han vuelto locos”, tal y como dice la actriz Blanca Portillo en el spot de estos hipermercados;
- Chiquito de las Rebajas te invita a amueblar tu casa en Muebles Rey consiguiendo auténticos “ofertones de la pradera”;
- en la farmacia puedes comprar cremas para combatir el sol veraniego y llevarte colchonetas hinchables para jugar en la playa;
- a la hora del desayuno, podemos encontrar precios especiales si además del café con leche se toma un croissant y un zumo de naranja natural;
Nada nuevo. En los años 60 y 70 Spar y Vegé competían para fidelizar clientes regalándoles cartillas que éstos rellenaban con los cupones que obtenían por sus compras y que posteriormente podían canjear por regalos. La técnica sigue estando vigente, pero la puesta en escena cada vez es más sofisticada.