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La actual coyuntura del mercado y las tendencias de futuro que se vislumbran aconsejan a las empresas y a los profesionales enfocar adecuadamente sus objetivos para reforzar su posición y descubrir nuevas oportunidades de negocio entre las innumerables amenazas que crecen a su alrededor.

En ese sentido, algunas recomendaciones a tener en cuenta son las siguientes:

  • Priorizar… y centrarse en lo que realmente aporta valor. Antes de tomar decisiones hay que realizarse la siguiente pregunta: ¿aporta valor? Si la respuesta es afirmativa, hay que actuar. En caso contrario hay que desestimar seguir adelante.
  • Probar… sin miedo a equivocarse. Las empresas tienen que aprender a gestionar el éxito y el fracaso. Se aprende más de los derrotas que de las victorias, de los errores que de los aciertos. Hay que crear un clima en el que todo el mundo se atreva a aportar nuevas ideas y sugerencias, y que nadie se sienta coartado por miedo a equivocarse. Y hay que probar a poner las ideas en práctica, porque es posible que muchas funcionen.
  • Disfrutar de las pequeñas victorias… ¡cada día! Levantar la persiana de un negocio es como un partido en el que no se sabe el resultado final. La prescripción y el servicio son los valores principales que definen el estilo de juego de las pymes, satisfacer las necesidades de los clientes todos los días es el resultado que permite sumar puntos en cada partido, y convertir la fidelización del cliente en una política prioritaria es la regularidad que hace ganar torneos. Cada día hay, al cerrar la persiana, hay que disfrutar de aquellas pequeñas victorias que se haya obtenido a lo largo de la jornada.
  • Depurar vicios… Volver a empezar de cero. La rutina es uno de los peores enemigos de los empresarios. Crea vicios y los oculta detrás del conformismo. Hay que revisar cada día el negocio de arriba abajo para reducir ineficiencias, hay que poner todo en cuestión. Y sobre todo, hay que reinvertir gran parte de los beneficios en el propio negocio para innovar y renovarse continuamente.
  • Actitud posibilista… es hacer que las cosas sucedan. Para ello, hay que crear un clima positivo de trabajo. Y además, debe formarse y motivarse a todos los empleados de forma continuada, porque la formación despierta estímulos en las personas y fomenta el espíritu de equipo.

Al final, la capacidad de solventar situaciones complejas depende siempre de nosotros mismos y de nuestra capacidad para adoptar determinaciones fuertes y seguras.

En pleno siglo XIX, el escritor y teólogo inglés William G. Ward apuntaba que “el pesimista se queja del viento, el optimista espera que cambie y el realista ajusta las velas”.

Ajustemos nuestras velas y enfoquemos nuestras estrategias en la dirección correcta para aprovechar todas las oportunidades que tenemos a nuestro alcance.

Las principales compañías del sector de Electrodomésticos y Electrónica de Consumo que operan en España se han coordinado para utilizar AecocMedia, un catálogo centralizado que permite intercambiar de manera eficiente todo tipo de archivos multimedia entre fabricantes y distribuidores para aplicarlas en folletos promocionales, cartelería, animación del punto de venta o tiendas on-line.

Esta potente herramienta ha sido desarrollada por AECOC, la Asociación de Fabricantes y Distribuidores, y ha contado con el soporte y participación de fabricantes y detallistas a través de diferentes grupos de trabajo, por lo que la solución aportada responde a las necesidades y expectativas del sector.

Alcampo, Carrefour, El Corte Inglés, Eroski, Euronics, FNAC y Media Markt son las primeras empresas de la distribución que han suscrito un compromiso a través del cual se comprometen a cooperar en la utilización de esta herramienta, en la que los principales fabricantes ya están publicando sus productos.

Este servicio tiene una dilatada trayectoria en el sector de Gran Consumo, donde más de 180 fabricantes y 650 detallistas la utilizan.

El ser humano al sentirse amenazado suele reaccionar adoptando una actitud defensiva. Si sabe que va a vencer a la situación, lucha. En caso contrario, se protege y se abandona a su destino, aunque éste sea la muerte.

Por eso, uno de los grandes efectos de la crisis ha sido el encapsulamiento de los consumidores en sus hogares. La vuelta al nido o el efecto Cocooning, tal y como se definió en los años 90 a esta tendencia, se caracteriza por la búsqueda de la protección en el hogar. Y es ahí desde donde el individuo desarrolla las actividades sociales básicas como consumir, trabajar, informarse o entretenerse.

El término inglés Cocoon significa capullo y hace referencia al envoltorio de forma ovalada en el que se encierra la larva de algunos insectos para transformarse en adulto.

El paralelismo surge porque durante los periodos de recesión, el hogar se convierte en un refugio para el consumidor, aparentemente seguro, en el que espera hasta que todo cambie para poder salir al exterior.

Internet y las nuevas tecnologías han favorecido que esta reacción primaria esté propagándose por todos los países que están padeciendo los efectos de la crisis, modificando el comportamiento social de las personas y potenciando fenómenos como el teletrabajo, las redes sociales, la venta on-line, el entretenimiento doméstico a través de dispositivos tecnológicos, la entrega de comida a domicilio o el “hágaselo usted mismo” para todos aquellos productos relacionados con el bricolaje y la decoración.

El Cocooning en la empresa

La actual coyuntura económica ha provocado que el efecto Cocooning se haya extendido también al mundo empresarial.

La crisis está desenmascarando a muchos empresarios y directivos que en el pasado se proyectaron como profesionales de éxito, impulsados por los vientos favorables de la época de bonanza.

Los últimos días han resultado muy intensos, tras la presentación del libro “Gestión horizontal” en Pamplona y la publicación en una revista portuguesa del artículo de IdeoBlogía “Doctor, no vendo ¿Es grave?” en el que exponía el Método LIDERA.

Cada hito que se produce en este sentido supone una enorme satisfacción, pues la acogida que están teniendo, tanto el libro como los artículos del blog, representan un reconocimiento a unas ideas que tienen como principal objetivo servir de ayuda a personas, profesionales o empresarios.

Gestión horizontal

El pasado 2 de junio, invitado por la Federación de Comercios de Navarra, impartí la conferencia “¿Cómo puede el pequeño comercio aumentar su competitividad? Las alianzas comerciales”. El acto tuvo lugar en la sede de la Confederación de Empresarios de Navarra, y en el transcurso del mismo presenté el libro Gestión horizontal, cuyo contenido sirvió como eje argumental de la exposición.

Inauguró el acto Elisabeth Azcárate, gerente de la Federación de Comercios de Navarra, quien destacó los esfuerzos que realiza dicha Federación para fomentar el asociacionismo y la cooperación empresarial como instrumento para mejorar la rentabilidad de los comercios en la Comunidad Foral de Navarra.

Samuel es un empresario que se dedica a la venta de muebles y artículos de decoración.

Al comienzo de la crisis observó que sus ventas se venían abajo. Cada vez visitaban menos clientes su establecimiento. En un principio, pensó que como todas las crisis anteriores, ésta pasaría en unos meses y todo volvería a la normalidad.

Pero, en contra de sus pronósticos, cada vez dedicaba más horas a su negocio y pasaba las noches en duermevela, repasando las cuentas de su negocio y los pagos que tenía pendientes. Pronto comenzó a encontrarse muy mal, física y anímicamente.

En una visita a su médico para buscar los motivos que provocaban sus trastornos de salud, Pedro sufrió un lapsus y dijo: Doctor, no vendo, mi negocio se hunde. ¿Qué puedo hacer?

El doctor, que conocía a Samuel desde hace algunos años, se dispuso a valorar su caso, es decir, a recoger la información necesaria para identificar el problema para poder emitir su diagnóstico.