Cazadores de lo nuevo

¿Te imaginas viajar por las principales ciudades del mundo en busca de una tendencia que se convierta en moda y que al final origine un gran negocio?

Es el trabajo de algunas personas que dedican su tiempo a observar el comportamiento de las personas, sus estilos de vida y sus hábitos en busca de un objeto, un servicio, un enfoque o una idea que pueda ser replicada con éxito en otras partes del mundo.

Coolhunters o trendhunters

Se llaman coolhunters o trendhunters, porque son auténticos cazadores de modas y de tendencias que entrenan su olfato para detectar lo que se va a llevar, la música que se va a escuchar o las experiencias que la gente va a querer vivir.

¿Para qué inventar algo que ya está inventado? Sólo hay que buscarlo, encontrarlo y readaptarlo. Esa es la misión de los coolhunters, una profesión estrechamente relacionada con el marketing y especialmente con una de sus principales disciplinas, la investigación de mercados.

Suelen ser jóvenes que trabajan como freelance para grandes empresas y que provistos de un bloc de notas, una PDA, una cámara de fotos, una videocámara o una grabadora, buscan focos de innovación en aeropuertos, bares, tiendas o en los mercadillos de los núcleos de población más importantes del planeta.

Para hacer bien su trabajo, se mezclan entre la gente observando y descodificando los gustos, estilos o forma de vestir de diferentes individuos o grupos sociales, a los que toman como fuente de inspiración para captar nuevas ideas que, más tarde, convenzan a empresarios de que la “tendencia cazada” tiene un público objetivo potencial muy amplio y que puede convertirse en un negocio lucrativo.

La intuición es su sexto sentido.

La revista New Yorker acuñó por primera vez el término coolhunter en 1997, para describir el trabajo de Dee Dee Gordon, fundadora y actual copresidenta de la agencia Look-Look, que consistía en investigar tendencias y elaborar detallados informes para sus clientes.

Algunos de los principales coolhunters son:

• Eva del Pino y su blog
• Patricia Rosales
• WGSN
• Synovate
• The Cool Hunter
• Nelly Rodi
• Otros trend hunters

Trendsetters

La labor de investigación de los coolhunters da paso a los trendsetters, que son personas, grupos sociales o empresas con capacidad de influir en su entorno para imponer las nuevas tendencias y lograr la masificación de las modas.

Los trendsetters o influenciadores pueden desempeñar tres roles: transmisores, innovadores o usuarios de referencia.

• Los transmisores informan al resto del mercado acerca de las tendencias, movimientos y modas, acelerando de este modo la aparición de consumidores y seguidores. Cuanto mayor es su cobertura y su audiencia mayor es su eficacia como correas de transmisión. Algunos ejemplos son los medios de comunicación, las ferias, las redes sociales o los blogs.
• Los innovadores y los “early adopters” son los primeros usuarios de la novedad que se lanza al mercado. Si estos segmentos dan respaldo a los nuevos productos, servicios o ideas, paulatinamente irán arrastrando a nuevos consumidores dentro de sus focos de influencia con un marketing boca a boca.
• Los usuarios de referencia suelen ser líderes de opinión, personas famosas, personajes públicos o empresas de prestigio, que al vincularse con determinada moda o tendencia provocan en muchos consumidores un deseo de imitación o un efecto “bandwagon” (subirse al vagón ganador).

Algunos ejemplos de trendsetters o influenciadores son:

• La Musa
• LeapVision
• Cultura otaku en Japón
• Victoria Beckham
• Fernando Alonso
• Karlos Arguiñano

¿Fashion victims?

Internet ha favorecido la globalización de mercados y tendencias y ha acortado un ciclo de vida que se inicia con la detección de una moda potencial hasta que se masifica para morir posteriormente, dando paso a una nueva corriente.

Encontrar lo nuevo se ha convertido en un negocio que nutre de valiosa información a las más importantes firmas de todos los sectores económicos como, por ejemplo, Zara, Prada, Gucci, Custo Barcelona, Loewe, Motorola, Nokia, Coca Cola, Vogue, Channel, IBM, H&M o Sony.

La nueva campaña publicitaria de Coca-Cola es un ejemplo de la rapidez con la que se desarrolla todo el proceso, desde que surge la idea, se convierte en tendencia y posteriormente en moda. Al final del anuncio, Coca Cola invita incluso al consumidor a participar en una promoción para salir en uno de los 150 anuncios de su campaña. Su feroz competidor, Pepsi Cola, hace unos meses, promovió una campaña de publicidad viral, “Da la cara con Pepsi”, que premiaba a sus consumidores con la posibilidad de poner su foto en sus envases.

Ambos ejemplos ilustran nuevas tendencias en publicidad que aparentemente dan mayor protagonismo al consumidor, pero que a la postre, tienen como objetivo involucrar a diferentes redes de consumidores para generar una moda temporal que incremente la notoriedad de la marca y el consumo del producto.

En definitiva, cada día se levanta la veda y miles de “cazadores de tendencias” en todo el mundo ajustan su mira telescópica y salen a la calle en busca de algo nuevo que les ponga a tiro a sus presas: las víctimas de la moda.